sábado, 23 de mayo de 2009

Soy diferente:

A veces pienso que soy demasiado diferente. Evidentemente hay gente que va a contracorriente en el entorno social, pero lo mio es más complicado, soy diferente entre diferentes, los mismo que creía de mi condición no entienden a veces y otras simplemente se burlan de mi por ciertos intereses que tengo.

Los que utilizan lo raro como herramienta para subir autoestima pretendiendo ser el más diferente, me atacan a mi cuando saben que también me gustan algunas cosas que les gusta al resto de personas, y en ocasiones he sido rechazado por eso mismo.

Creo que soy de otro tiempo, ¿quién en su sano juicio estaria leyendo o escribiendo poesia en los tiempos que corren?, desgraciadamente yo, aun no me encontrado personalmente con nadie de mi edad que lo haga.

¿Quién pretende ser inteligente mediante la filosofia en vez de hacerlo con la todopoderosa ciencia? Un servidor lleva también esa cruz.

También hay gente que es diferente entre diferentes, pero por su misma naturaleza es diferente a mi.

Al reflexionar me di cuenta de que el ser diferente hoy, realmente es una ironía, porque en la naturaleza humana está el que cada hombre es único, lo realmente raro es lo que en esta sociedad se pretende, que todos sean iguales, asi serán más fáciles de controlar.

No soy diferente, soy más humano.

sábado, 16 de mayo de 2009

En busca de la amada:

Caminaba Richard por el interminable sendero, a izquierda y derecha solo se observaba la dorada llanura, un viento lento chocaba contra su nuca trayendo consigo el sonido de un río ya pasado.

A medida que avanzaba hacia su destino el dia se oscurecía repentinamente, como vaticinando lo que le esperaba, tanto es así, que una asfixiante niebla empezó a atraparlo, el frió de éste le helaba las articulaciones, la soledad en la que se encontraba volvía a su memoria, y la duda pasó por su mente, pero no cesaría en su avance, no podía ni quería hacerlo, lo juró a un viejo amor a quien no podía defraudar,entonces la vio, esa mansión ruinosa y oscura que al mismo diablo parecía pertenecer.

Estuvo caminado, esta vez con más rapidez, durante unos minutos más, y pronto se encontraba delante de la puerta, hecho un rápido vistazo a lo andado y volvió a ver el interminable y solitario camino.

Y entró, ante sus ojos una tétrica y angustiosa sala digna de la poesía de Poe, con enormes escaleras con escalones de dos palmos, lo que predominaba en esa casa era el negro, tinieblas en cualquier parte donde las sombras y la sugestión hacia estragos en cualquier persona que allí se atreviera a entrar.

Con una velocidad pasmosa subió dichas escaleras y sin prestar atención al resto entró en la habitación de la derecha, y allí se encontraba el monstruo, barrigudo y mal oliente, cruel y violento, mientras se limpiaba las fauces después de comer el manjar preparado por Helena, y a ella también la vio, hermosa aun con los harapos que tenia como única vestimenta.

- Vengo a llevármela - dijo Richard con una voz potente.

- No lo harás, me pertenece - dijo en monstruo enseñando su anillo.

- Me la llevaré igual.

En ese momento el monstruo se avalanzó sobre Richard y como éste era muy zorro aprovechó la feroz fuerza de su oponente y se apartó de su envestida cayendo el bruto al suelo y fue en ese instante cuando Richard sacó su machete y le asestó un golpe mortal al monstruo.

Corrió a reunirse con Helena, que con aspecto cansado por todo lo padecido le sonrió, ambos salieron de la casa. Al salir volvieron a ver ese camino que seguia pareciendo interminable, pero ya no solitario, por fin Helena y Richard estaban juntos, y por fin, después de tanto tiempo, volvieron a sentir la libertad.

lunes, 4 de mayo de 2009

El hombre raro que se para en la calle

Un día de verano, de ese verano andaluz, en el que puedes pasar de un sofoco enredador a un sentimiento tan agradecido como una brisa marina en apenas unos minutos, donde los gorriones revolotean cantando al mismo son, y al echar una mirada atrás ves a los chiquillos dar patadas a un balón en una plazoleta.

Realmente adoraba el verano, la tranquilidad que representa, la viveza que demuestra y esos largos paseos.

Cuan diferente era todo esto de mi vida real, la "otra vida" como me gustaba llamarla. En mi otra vida el pan de cada día era la rutina, ese monstruo que te va robando el alma poco a poco, y que hace que no distingas las circunstancias, ya que todas son iguales uno y otra vez, en esa odiosa vida en la que cada dia es una decepción, volver a ver la pantalla de ordenador y acordarte de tus sueños juveniles jamás cumplidos, y acordarte también de la escasez de amor en tu corazón.

De repente el ruido de un pelotazo me despertó de mis ensoñaciones, y volví a esta vida, la que tanto amaba, miré hacia arriba con la diestra cubriéndome los ojos y observe el sol, ese sol que lo cubre todo, ese sol fuente de vida. Volví a mirar a esos chicos divirtiéndose, volví a escuchar a los gorriones con su alegre canto y volví a sentir la brisa marina, y tras ésto me vino un sentimiento, una idea: Esperanza.

Continuo mi camino...